Zarpamos de Lanzarote sobre el medio día el 20 de noviembre del 2013..Teníamos cerca de 1200 millas hasta Cabo verde, Mindelo. Realizamos este trayecto en 9 días.
Zarpamos bajo el manto de un silencio casi sepulcral. Se abría una buena ventana meteorológica, después de ocho días de vacaciones en Lanzarote y una inestabilidad meteorológica de un frente del SW que nos desaconsejo zarpar antes. Creo tampoco teníamos todo el valor necesario para poder zarpar, el trayecto entre Bárbate y Lanzarote nos había metido el miedo en el cuerpo a los tres.
Inicialmente
navegamos de ceñida, con dos risos en la mayor y amenaza de lluvia.
Dejamos poco a poco Lanzarote y Fuerte ventura por estribor y nos
adentramos en el océano con La Nao y nuestros fantasmas.
A la segunda noche, ya el viento nos entraba de aleta y las olas volvían hacer grandes y tendidas una vez dejamos el refugio de la costa. Esas mismas olas que nos inquietaron tanto y nos hacían dudar por momentos que la Nao sería capaz de pasar sin dificultad o sin embarcar una ola que nos hubiese puesto en apuros.
Día en que zarpamos
Estando a unas 200 millas de Gran canaria el cuerpo de Ricardo dijo Basta...! Su aporte en el tramo más técnico y delicado, desde mí punto de vista, Bárbate- Lanzarote y el Mediterráneo nos paso factura... Ricardo había navegado a un 120% de su capacidad y en una travesía tan larga hay que dosificar. No lo sabíamos, pues desde que zarpamos el 14 de octubre de Premia sólo nos empujaba el entusiasmo y las ganas de llegar. El océano nos paso la factura y Ricardo pago por los tres... Era arriesgado para los tres que continuara y tome la decisión de regresar a Canarias para su desembarco, que nos dolió en lo más profundo.
Fue la decisión más dura, subjetivamente hablando, tomada durante la travesía. Ricardo quería, pero no podía y Gabriel y yo estábamos con ganas pero con incertidumbres de lo que se nos venía encima. Yo confiaba, con fe, en La Nao, pero tampoco sabía si las condiciones de navegabilidad mejorarían o empeorarían, si la Nao realmente aguantaría cualquiera de nosotros tres. Por esta razón lo más prudente fue regresar, quizás la locura fue continuar...! Regresamos a Mogán, Gran Canaria, sobre las 3 de la madrugada, dormimos 5 horas y volvimos a reprender la marcha ya sin Ricardo.

El mar también compensa, y pudimos avistar una ballena a unos 400 metros de la Nao, con su lomo que se asomaba y se sumergía. También avistamos un tanque de hierro azul de combustible a medio hundir que nos hizo "pensar malos pensamientos" pues, es imposible avistarlos para cambiar la derrota y como te choque no quiero ni pensarlo...!

A las noches nos turnábamos las guardias con Gabriel y esperábamos el parte meteorológico del equipo de tierra como "agua de mayo". Nos cuidábamos bastante y evitábamos maniobras innecesarias para proteger el material. No forzábamos la marcha de la Nao y empezamos hacer buenas medias de navegación.

La idea era navegar una media de 120 millas náuticas. El primer día sólo navegamos 70, el segundo 120, el tercero 150 el cuarto 100 millas náuticas...De tierra nos informaban por el teléfono satelital que íbamos bien, que ganáramos más sur y acompasáramos el paso de las olas con vela suficiente para que la ola no rompiera sobre la Nao.

El piloto de viento lo probamos un par de veces, pero no terminaba de funcionar el reglaje y el barco se nos iba de orzada, por otro lado su instalación implicaba bajar a la llupe de popa, y nos suponía cierto riesgo de hacernos daño en las manos o caernos al agua. Por seguridad decidimos dejarlo estar y decidir en Cabo verde que podríamos hacer al respecto.
Al séptimo día una gaviota se quedo enganchada en el curri. Tardamos más de media hora en acercarla a la Nao, pero fuimos incapaces de liberarla del anzuelo, mientras otra gaviota nos sobrevolaba y observaba la suerte de su amiga. No tuvimos más remedia que cortar el hilo, y dejar la gaviota en el mar y a su suerte. Dicen que es mala suerte pescar un una gaviota, pero pensé a mis adentros que la mala suerte ya la habíamos pasado..!


Se come bien y los precios son razonables. Está todo muy pensado para los turistas y su casco antiguo ofrece de todo un poco.
Los tramites con las autoridades son rápidos. Hay que estar sólo pendiente de los horarios, de atención al publico.
Pantalan en Mindelo
Hay un local frente a las instalaciones del puerto donde todas las noches hay bandas de música en directo....Mucho sabor y alegría...! A estas alturas Gabriel y yo estábamos más tranquilos, pero nos faltaba el Atlántico y el Caribe, nada más y nada menos, así que era una tranquilidad relativa y expectante...! En
Vistas de Mindelo
Mindelo estuvimos un par de días y disfrutamos, entre otras, de una ducha con agua caliente.Nos emocionamos mucho cuando entramos a Mindelo, pues el acercamiento fue con bastante viento y este desapareció solo cuando estábamos bajo el refugio de la bahía. Nos sorprendía la idea de haber navegado tantas millas y sólo el mar y el viento habernos hecho recorrer tanta distancia. Maravillados nos decíamos uno la otro: "Estamos en África"
Mindelo estuvimos un par de días y disfrutamos, entre otras, de una ducha con agua caliente.Nos emocionamos mucho cuando entramos a Mindelo, pues el acercamiento fue con bastante viento y este desapareció solo cuando estábamos bajo el refugio de la bahía. Nos sorprendía la idea de haber navegado tantas millas y sólo el mar y el viento habernos hecho recorrer tanta distancia. Maravillados nos decíamos uno la otro: "Estamos en África"
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