martes, 9 de abril de 2024

Traslado Antares a ComaRuga

                              




Hemos realizado con Airun el traslado del Antares a Comaruga.  Después de 30 años en el Garraf, hicimos está pequeña travesía de 16 Mn con un viento de cara de 15 nudos y una mar algo incomodo que entraba por la amura de babor. Un  Travesía llena de emoción pues, para el Antares empieza otra singladura con un nuevo patrón y una nueva armadora.   

 Un precioso velero de autoconstrucción. de 8 metros de eslora y 3,15 de manga. Lo construyo hace más de 30 años Edmundo, el padre de Airun, y durante todo este tiempo ha mantenido el Antares vivo y a son de mar. Con su Antares, Edmundo realizó un par de saltos a las islas (Mallorca y Menorca). Travesías que realizó en solitario donde puso a prueba la embarcación, su saber marinero y sus dotes de constructor.

Es un velero con historia, con el sello propio, con el deseo de Edmundo que lo construyo pieza a pieza y ha echo parte de su vida, de su historia. Este un aspecto que me maravilla, pues los pantalanes están llenos de todo tipo de barcos de serie, algunos tienen buenas referencias, otros no tanto, pero un velero de autoconstrucción siempre tiene un plus de belleza;  es algo más que un velero para su constructor, es su sueño, horas de trabajo, de ilusiones y desilusiones...diría sin exagerar que es equiparable a un ser vivo que te acompañará durante muchos años. El Antares siempre será el Antares de Edmundo. 

Los barcos de autoconstrucción son únicos y sólo el constructor sabe de qué puede ser capaz su embarcación y donde están sus limites. Son ellos sus primeros probadores y son ellos  mismos el "seguro" a reclamar cuando las cosas no salen del todo bien.

En mi antiguo barco( de autoconstrucción, La Nao Cacao), Joan su constructor me aseguro que su barco podría cruzar el Atlántico, afirmación que yo constate. Igual que Edmundo cada pieza de la embarcación tenía una historia y un por qué en una lógica muy personal. Creo que estos barcos son las joyas del pantalán que hay que cuidar y mimar cuando sienten lejos a su constructor.

Edmundo lleva más de 30 años con su embarcación . Nos ha dicho que es un barco fuerte y marinero que construyo y con el cual realizó, como comentamos más arriba, un par de saltos a las islas en solitario... El sabe que es una buena embarcación. En las pocas ocasiones que he navegado en el Antares he podido disfrutar de su estabilidad y la sensación de seguridad que da, para ser una embarcación de 8 metros.

Su motor volvo de 30 caballos funciona a la perfección y desplaza cerca de 4, 5 toneladas.

Edmundo le ha dado el testigo a Airun  en está aventura y ella esta dispuesta a disfrutar  y marinear con el bello Antares que hizo parte de algunos de sus recuerdos de infancia. 

Muchos tenemos una banda sonara que nos acompaño en nuestra infancia. En el caso de Airun,a parte de la banda sonora, tiene el Antares que la acuno en su infancia.  Hay por la proa mucho aprendizaje de los diferentes trucos y soluciones técnicas que Edmundo realizó para que funcionen los diferentes sistemas que componen la embarcación: Desagües, electricidad, bombas de achique, motor, baterías.. etc.  

 Hay por la proa muchas millas náuticas por hacer que nos hará más marineros a mí y a Airun,

Es un velero con personalidad que está "con ganas de navegar". Sus  líneas  muy bonitas  resaltan su azul marino del casco con el blanco de su cubierta.

 A la vista de proa con ese botalón que sobresale y que vendrá muy bien para las velas de portantes como un asimétrico.

Es su perfil para las fotos, donde a mis ojos le veo muy bonito. 

Su casco muy robusto y muy acorde a la construcción de los veleros de la época, donde Edmundo por lo que nos dijo no escatimo en reforzar la estructura.



El Antares no se destaca por su habitabilidad en cabina, pero por otro lado la bañara es bastante amplia  y pueden ir muy cómodos 4 tripulantes. En cabina  de proa una pareja y dos tripulantes en las conejeras de estribor y babor se pueden acomodar.


En su diseño inicial se le construyo una orza abatible, que día de hoy no funciona como orza abatible, así que el velero cala 1,90 metros. En este sentido el acercamiento a puertos y fondeaderos es un aspecto a tener presente. Su quilla hace 80cm y la orza abatible 1,10 cm
Ánodo de pinza y otro de bola sobre eje de 2,5



Su motor da una velocidad media de 4 o 5 nudos de velocidad crucero. Para arrancar con alegría a vela, necesita unos 10 nudos, si bien el rumbo donde da menos prestaciones es la ceñida. La maniobra está reenviada a la bañera y dispone de enrollador de Génova. En  los diferentes rumbos el barco es muy estable y la caña de timón responde con facilidad, pues hace un par de años se acorto la pala de timón muy dimensionada para esta eslora.



El velero requiere una serie de cuidados, ninguno estructural, para ponerlo al día. Aclarado de cabos, revisión de velas, pintar maderas y sobre todo vivirlo, navegarlo he ir poniendo a punto lo que el velero demande para estar siempre a son de mar.


Saliendo de Garraf  en dirección Comaruga. Hicimos un solo bordo a babor de algo menos de 1 hora, y otro a estribor que ya babor que ya nos acerco  a Coma-ruga.

 




jueves, 21 de marzo de 2024

Marober


                                                   https://marobert.cat/    

Navegar no sólo es dejarse llevar por el vaivén de las olas y el empuje del viento, también implica afrontar  inconvenientes y asumir  incertidumbres para llegar con seguridad a puerto. En una misma travesía se puede pasar por diferentes estados de animo en muy poco tiempo.
La gestión  de lo que puede ser un bumerang existencial, introduce en el quehacer marinero una forma de hacer, una serie de valores, de perspectivas, de soluciones para el momento, de refranes marineros que como saberes  son capaces de  afrontar tormentas...
Desde está perspectiva la utilidad del saber marinero también puede ser útil en la vida de tierra.
En este marco nace Marobert, una asociación desde donde vamos a intentar afrontar la travesía de lo social,  acercando el mar y la náutica a aquellos y aquellas que están en peligro de quedar al margen  de naufragio subjetivo.







domingo, 17 de marzo de 2024

De la Bretaña Francesa a Villajoyosa, 1000Mn: De Portbou a Villajoyosa 317Mn

El motor del Gatum no terminaba de funcionar, si bien el motor no se calentaba ya, no terminaba de tener potencia para ir a más de 1 o dos nudos como mucho. Para una travesía de más de 300 Mn es mucho para ir sin motor. 

Así que la travesía hasta Torrevieja, destino inicialmente marcado, se acoto a donde lo pudiésemos acercar lo más cerca de la provincia de Alicante o Murcia.

Este trayecto que tienes que dejar por la popa  Cap de Creus, el Delta del Ebro que con sus vientos de poniente y la desembocadura del rio Ebro  es un paso delicado,  el golfo de valencia, y el cabo de la Nao, hicieron de esta travesía  un verdadero reto náutico: Víctor y Cesar me acompañaron en esta singladura, que  a nivel personal no la disfrute con la seguridad de tener el motor en condiciones. Me generaba un poco de incertidumbre zarpar y atracar con el motor no funcionando del todo y sobre todo los acercamientos a puerto con mar formada...

 A pesar de mis temores con le motor, He de decir que es una travesía muy bonita y marinera pues has de enfrentarte a diferentes regímenes de viento en un mismo día y te puedes aprovechar de las brisas térmicas que te dan horas de viento para avanzar. 



Hacer prácticamente a vela este trayecto ha sido toda una escuela de paciencia y navegación. No se cuantos bordos hicimos y horas de calma chicha esperando el viento ó  navegar a  1  o 2 nudos de  velocidad haces que añores el viento aunque sea de cara

A la altura de Villajoyosa  el bloque del motor reventó y nuestro último puerto en este traslado fue Villajoyosa. Aquí termino  nuestro traslado. 

Juan, el armador a los pocos día me envió este escrito:

 En el vasto mar de la vida, navegamos juntos con alegría,

Compañero fiel en cada tormenta y día soleado,

Tus palabras son el viento que impulsa nuestras velas,

En este viaje eterno, amigo, no hay desafío que no enfrentemos.


A través de los mares de la amistad, juntos exploramos,

Cada ola que enfrentamos, cada historia que compartimos,

En esta travesía inolvidable, mi amigo, eres mi guía,

En la navegación de la vida, nuestra amistad nunca se hunde.


Espero que disfrutes de este pequeño poema dedicado a un amigo de navegación. 

Con este bello poema nos dependimos del armador, que finalmente vendió el velero y su nuevo armador retorno el velero al atlántico, se lo llevo a Bilbao.

Como siempre o casi siempre en la náutica se sabe de donde se zarpa, pero no donde se llega.







miércoles, 4 de octubre de 2023

De la Bretaña Francesa a Villajoyosa, 1000Mn: De Agde a Portbou 52Mn



 Una vez pasado el canal del Garona y del Mide, el Gatum retomo su viaje al sur con destino Torrevieja.

Iré relatando algunas incidencias de este recorrido, que hemos podido hacer por etapas. 

El cruce por los canales había dejado sus heridas  en el motor que no terminaba de funcionar bien y en Francia los mecánicos nunca terminaron de acertar con el diagnóstico del problema, que iba encadenando dificultades y continuaba calentándose.

Organizar la travesía desde Agde, con el barco con el motor fallando, era toda una lotería, pues quedabas a merced de las velas y a la espera de un parte meteorológico bueno. El golfo de León es famoso por su tramontana, viento del norte que sopla con mucho fuerza y que cuando está instaurado con mucha intensidad hace inviable y peligrosa cualquier intento de navegación a vela. 

Por otro lado,  mi tiempos son limitados, para permitirme esperar tranquilamente una buena ventana en Agde que me hubiese  permitido  cruzar el golfo de León y llegar a Portbou, primer puerto español. 

 Para hacer travesías náuticas hay que tener tiempo y no ir con prisas: Ya lo dice el refrán marinero: "Más vale arrepentirse de no haber zarpado, que arrepentirse de haber de haber zarpado."

En estas millas de camino a Torrevieja, me ha acompañado parte de mí historia subjetiva: Amigos de la infancia y amigos actuales. He tenido la oportunidad de compartir está mi pasió, con personas que quiero siempre estén presentes en mis singladuras náuticas Víctor, Tian, Cesar, Alejandro. De cada uno de ellos podría escribir muchas anécdotas , pero en está ocasión me cerniré a lo náutico, al mar.

De Agde a Lucate:27 Mn

Zarpamos de de Agde, sobre las 3 de la tarde: Tian , Victor y yo. El parte pintaba bien con vientos entre de 12 nudos del sur, que nos daba margen para hacer una ceñida a babor bastante grande y caer casi de través al bordo de estribor.



El motor, nada más salir de la bocana se empezó a calentar, motivo por el cual el cual empezamos a navegar a vela, pero con el viento que teníamos instaurado nos daba 5/6 nudos con un rumbo a Portbou, puerto que era nuestro destino. El velero bastante estable, escoraba poco y la vida a bordo se hacia fácil. 

La rueda se la alternaban entre Tian y Victor y las primera 6/7 horas de navegación fueron muy agradables y navegamos con bastante soltura adentrándonos en el golfo de León.

Sobre la media noche nos quedamos sin viento y sin motor. 

Teníamos que decidir entre continuar, esperando que se volviese a instaurar el viento del sur que había pronosticado para la tarde del siguiente día o buscar un puerto cercano.

Optamos por la segunda opción y pusimos proa a Leucate, puerto al que entramos a vela, después de pasar toda la noche al pairo y el mar como un pantano. 

Aprovechando el virazón de la mañana, pusimos
 proa a Leucate. 

Desechamos la idea de continuar esperando el viento del sur, pues había previstos 20/25 nudos de cara y valoramos con buen criterio que en estas condiciones mejor buscar un puerto seguro.

Lecaute es un puerto con una bocana amplia para entrar a vela, aspecto que me preocupaba por la maniobrabilidad del velero.

 Desde la Bretaña, hasta el mediterráneo, como dato curioso, cuando llamaba al puerto para anunciar mi llegada, ningún marinero me contesto.  

En algunos puertos tal como entraba,  amarraba donde podía y al día 

Señalar que desplazarse  desde este puerto hasta el tren  o parada de autobús no es fácil, pues hay poco oferta y  la estación de tren se encuentra bastante retirada del puerto.

Un Frances muy simpático se ofreció a llevarnos al tren en su coche particular y gracias a este hombre no perdimos uno de los pocos trenes que paraban en esta estación de tren.

No nos apetecía después de una noche al pairo, quedarnos tirados en tierra un domingo en un pueblo francés casi desértico.

 Por otro lado con Víctor y Tian, nos alegramos de la decisión de estar en tierra, pues se instauro un sur muy fuerte con borreguitos en el mar y rachas de viento que nos hubiese puesto las cosas muy difíciles o demasiado caras para poder avanzar con seguridad. El más" Más vale arrepentirse de no haber zarpado que de haber zarpado" tuvo todo su peso. 

El refranero marinero son algo más que frases hechas;vehiculiza un saber náutico que en muchas ocasiones  nos ayuda a tomar buenas decisiones 

TIAN...

De este primer tramo en el mediterráneo, quiero destacar la figura y el hacer marinero de Tian, que con solo 17 años parecía que hubiese navegado todo la vida. El ya había navegado por la costa brava y el Maresme sobre los 5/6 años.

No había tenido la oportunidad de compartir una travesía de envergadura con el y no defraudo: Su dispocision, su fortaleza fisica, su comportamiento acorde  a las circunstancias y su disponibilidad  al servicio de lo que implica cada situación náutica son aspectos que pueden llegar hacer de Tian un gran marinero y un hombre de mar. 

Por otro lado tiene una capacidad de aprendizaje, observación y escucha que hacen de sus intervenciones verdaderos aportes o señalamientos  muy lógicos, inteligentes y oportunos.

No me cabe la menor duda que antes o después tendrá su propia embarcación y/o se enrolará en diferentes travesías haciendo de esta facilidad para navegar un estilo de vida.

No imagino  a Tian lejos del mar..El ya reconoce el olor de la felicidad y seguro irá a su encuentro.

Lucate- Portbou: 36Mn

Con un velero siempre sabes cuando zarpas, pero nunca puedes asegurar cuando vas a llegar y a donde atracaras. Parte del encanto de la náutica implica aprender a convivir con la incertidumbre, que te hace cambiar planes, replantear travesías y resolver problemas.

navegar por le golfo de león no es cosa menor, han de coincidir muchas variables relacionadas con la meteorología. Es una zona, que desde mi punto de vista, sólo se pueden navegar a vela con buen tiempo, pues con un parte no muy claro o regular puede ser una temeridad. En mi caso cada que navego por estas aguas me palpita el corazón un poco más rápido y miro y remiro el parte.... 

La famosa tramontana, ese viento del norte frío y húmedo es típico de  zona, pero cuando se instaura su intensidad puede llegar a más de 60 nudos haciendo impracticable y peligrosa la navegación de recreo. Es un viento muy conocido en el norte de la costa catalana y al cual todos los marinos de la zona lo vigilan para decidir si se sale o no se sale a navegar.

Después de conseguir un mecánico pudimos encender nuevamente el motor sin que se calentara. El impeler, que nos habían cambiado en el canal de Garona y  que es el encargado de la circulación del agua del mar para refrigerar el motor estaba destrozado. Me queda la duda si en el canal de Garona realmente nos cambiaron el impeler, o el recambio que pusimos del barco estaba   en buenas condiciones. Lo cierto es que se te queda cara de tonto, cuando se paga dos veces por la misma reparación y no sabes donde está el problema.

Las 36 Mn, fueron una gozada de navegación, con un parte meteorológico estupendo que  nos dio muchos Pluses: Viento del sur muy flojo que nos hacia ceñir sin escorar incomodas, mar prácticamente plana, neblina, sol, paisajes, muchos delfines y el Cap de Creus siempre a vista desde la proa anunciado no sólo que entras a España, sino también recordándote una "barrera" natural de gran belleza que ha inspirado  durante siglos a los navegantes de estas latitudes.  

Hay zonas que para cualquier navegante son puntos de inflexión en su saber marinero, uno de ellos es cruzar el Cap de Creus y en está ocasión disfrutamos de su belleza con mi amigo de infancia Alejandro que pudo ver con sus propios ojos esta zona de la costa catalana y francesa que maravilla y tanto respeto inspira a los marinos.

ALEJANRO...

Muchos niños en sus grupo de iguales siempre recurren a un amigo mayor para que le defiendan o den la cara por  ti... 

Alejandro es un amigo de la infancia,  un par de años mayor , que   daba la cara por sus amigos y nos  sacaba las castañas del fuego cuando nos metíamos en apuros o en problemas.  

Alejandro era el mayor de un grupo de 9 amigos: El Pecosos, Fifo, Delfín, Jorge, Victor y Mao Sotelo, el Fercho. Un grupo  de amigos criados en un barrio popular de Bogotá lleno de vida en la calle, de perros callejeros y gatos en los tejados. 

Un barrio, Bonanza, al nor occidente de Bogotá donde  nuestras familias intentaron  procurarnos un futuro y entre los amigos creamos lazos de lealtad y  hermandad que se fueron tejiendo entre partido y partido en el parque, en las charlas  y las risas hasta las tantas de la madrugada parados en las  esquinas sin hacer más nada que soñar, reír y pasarla bien, en las fiestas caseras que organizabámos con permiso de los padres o en las excursiones a otros barrios que eran todas unas expediciones con ingredientes de aventura. Un barrio que fue testigo de los primeros amores, de las tragedias familiares, de las fiestas de diciembre y del encuentro con todo aquello que para un  niño y un adolescente puede marcar un antes o un después.



 Un barrio que para muchos jóvenes de nuestra generación era una prueba de supervivencia por un campo minado, donde podías explotar si pisabas las drogas, las peleas callejeras,  o el ausentismo escolar y la castración de los sueños que diera la clave de una vida digna. 


La amistad, en el caso de nuestro grupo de amigos, sirvió de vacuna o antídoto  para fortalecer los valores de la amistad, del amigo que lo da todo por ti, las ganas de vivir, de jugar, de soñar de amar, de salir "adelante" sin dejar por el camino a tus amigos y sin olvidar la raíz, de dónde vienes. Un grupo de amigos con los que pudimos cruzar ese campo de minas y hacer de nuestras vidas lo mejor que cada uno ha podido y sabido.

Dos de nuestros amigos no pasaron el campo de minas: Fifo y el Pecoso. La enfermedad en un caso y la tragedia en el otro, truncó sus vidas cuando apenas asomaban  al mundo de los adultos 

 Alejito era el mayor y para muchos de nosotros  un ejemplo, pues  nos abría camino: El primero que condujo un coche solo, el primero que tuvo una novia, sabia bailar, era valiente, era el más rápido y fuerte jugando futbol, nunca perdió su lugar y su compostura dando ejemplo al resto de amigos. Siempre estuvo bien orientado en sus decisiones. 

Los sueños de Alejito pasaron por formarse como psicólogo, casarse y formar una familia preciosa donde ha dado lo mejor de sí.   Es un amigo que ha sabido vivir y  vive bajo la batuta de su deseo y eso es de admirar. 

Vino  a visitarme a Barcelona y me dice: " Mao vengo a verte, no te preocupes donde me vas acomodar que soy el mismo de toda la vida" No le falta razón.

La alegría de compartir con Alejandro estas 36 Mn me ha llenado de felicidad,  ha sido como un regalo de mi parte  hacia él por ser tan buena gente y tan buen amigo, también un regalo para el inició de su jubilación donde seguro cuando mira para atrás se siente satisfecho y orgulloso de lo realizado y con su capacidad soñadora intacta    cavilando la manera de cómo continuar chupándole el tuétano a la vida.

Gracias Alejito, gracias amigo....




domingo, 12 de febrero de 2023

De la Bretaña Francesa a Villajoyosa, 1000Mn: Del Atlántico al Mediterráneo. El Canal de Garona

Del atlántico al mediterráneo se puede hacer por el  el canal de Garona y el canal del Mide.
Son en total más de 433 Km  entre costa y costa y  116 exclusas  entre ambos canales. Toulouse marca el final del canal del Garona y el principio del canal del Midi. 



Es una red de canalales construida en el siglo XII, para unir ambas costas francesas y así evitar la larga y peligrosa ruta del estrecho Gibraltar, toda una aventura para los barcos de la época. 



A día  de hoy el canal es una atractiva atracción turística, para hacer singladuras en familia. .
Destacaría  de ambos canales la importancia de no calar más de 1,20 y navegar por el medio del canal, pues si bien  las indicaciones de uso del canal ponen 1,50 metros, en muchos lugares es muy fácil quedar embarrancado.
Por otro lado las aguas del canal no son transparentes y vienen muy cargadas  algas que hacen que constantemente estés pendiente de la hélice, pues se ralentiza el motor. La solución es dar  marcha atrás y de tanto en tanto revisar grifo de fondo,  Son aguas perfectas para embarcaciones de rio, que son planas en su obra viva, pero para los veleros no es tarea fácil, así calen poco.
Señalar que antes de afrontar la primera exclusa del canal del Garona en la localidad de  Castets-en Dorthe a unos 60Km de Bordeux, hay que remontar el rio Garona y esto no es una tarea sencilla para los navegantes que no estamos acostumbrados a la navegación fluvial con mareas. Esta singladura se puede hacer en tres jornadas, zarpando con la pleamar  en cada jornada y entrar en puerto antes de que se instaure la bajamar.
Nuestro velero navegaba a motor a unos 5 nudos  llevándolo a unas 1200 revoluciones,   pero las corrientes del rio Garona podían llegar a 6 o 7 nudos, haciendo muy complicada la navegación. El atlántico entra por el rio Garona casi 100 km tierra adentro manteniendo los efectos de las mareas. Esto nos da una idea de la fuerza de las corrientes. 


En este sentido hay que planear muy bien las los trayectos, que siempre han de iniciarse con la pleamar y  se tienen 7 horas para llegar al siguiente puerto, pues con la baja mar no puedes entrar en muchos puertos y la navegación nocturna con marea en contra es complicada si no tienes un buen motor Hay dos pleamares en una jornada de 24 horas. Imprescindible libro de mareas, y preguntar a lugareños
.
Zarpamos de Port Médoc  en le Verdon, con mi esposa Camila y mí hijo Luka de 6 años.
La idea era poder llegar a Paiullac que por distancia da tiempo de llegar con la pleamar. en la primera jornada
Algunos vecinos de otros veleros no nos recomendaban ese puerto, y nos aconsejaban fondear. Yo me sentía más seguro estando amarrado en  puerto que estar a expensas de un fondeo, que con esas mareas tan fuertes no me daban seguridad.
Pauillac, sin duda alguna es el puerto más complicado en el que he recalado en toda mí experiencia náutica.. Se generan unas corrientes muy fuertes en su bocana y en el canal central que te empujan al espigón de concreto y es mejor ir sobrado de motor, pues la entrada es muy justa y con poco margen de error. Si sumamos que la botavara sobre salía por la proa, pues el velero estaba desarbolado, hicieron de la entrada y la salida de este puerto una maniobra compleja y de muchos nervios. Allí un armador de otro velero nos oriento y nos dio las indicaciones para no terminar embarrancando o reventando el velero contra el espigón. 
En el puerto el velero descanso sobre las dos orzas. Su diseño es justo para este tipo de circustancias y poder atracar cuando desaparece el agua.. Afortunadamente el "Gatum", nombre de nuestro velero, es doble quilla y reposó sobre el fondo del lodo. Te da la sensación que el barco quedará enterrado. 
En general  hay pocos puertos en el rio Garona, y los que hay son bastantes limitados en comodidades y caros.
Algunos de ellos, como el puerto de Bégles, te amarran no dentro del puerto donde estas más protegido de las corrientes, sino en el exterior del puerto donde dormir es complejo por el ruido de la corriente sobre el casco y las colisiones de objetos contra el barco.. " Duermes vestido y con un ojo abierto"




Una de las cosas de navegar con la corriente a favor  y que me llamó la atención, es que te da la sensación que no estas gobernando la embarcación, sino que está esta a a merced solo de la corriente.. Había momentos que para corregir el rumbo y no salirnos de las balizas del canal del rio había que meter motor con bastante antelación, pues cuando te das cuenta estas encima de un obstáculo que quieres evitar.
 Hay que calcular con antelación el paso por le puente de piedra en Burdeos, donde se acelera el agua y te da la sensación de estar en un tobogán. Una ves cruzas el puente, ya no te cruzas ni te alcanzan  los grandes cargueros que suben y bajan por le rio...


Nuestra segunda jornada fue hasta Bègles, allí atracamos  antes de la última jornada hacia Castets, donde hay que pedir hora para que te habrán la exclusa. Esta solo la abren una ves al día y en pleamar. 
Las noches impone y cuesta dormir amarrado en el pantalán por efecto de la corriente. Hay que asegurar bien las amarras con doble cabo. pues el rio baja y sube con mucha fuerza.
 Por efectos de las tormentas de verano que tuvimos en esos días,  el rio venia muy cargado de troncos e incluso galones metálicos: algunos de ellos golpearon en la noche contra el Gatum. 

A medida que vas avanzando por le rio la navegación se hace más placentera y las corrientes no son tan fuertes. Te da la sensación de ir navegando no por tierras francesas, sino por aguas de alguna selva tropical. El paisaje es realmente precioso y relajante.

Sin lugar a dudas, el tramo más bonito del rio Garona para navegar tranquilo y con un paisaje fantástico es entre Bègles y Castets, que es la tercera jornada antes de entrar al canal. Zarpamos sobre las 6:00am  de Bégles, pasamos por Cadillac y sobre las 11:00am estábamos preparados para entrar en la esclusa.53 en Castets,  
Cuando llegas a la primera exclusa y entras al canal la sensación de tranquilidad y seguridad es grande. Las defensas y el estado de alerta baja y en mi caso puede dormir "de largo y en pijama". El rio Garona para navegantes de mar no es fácil. Tiene sus tiempos, sus bellezas, sus mareas, sus peligros, sus recovecos y te pide y exige mucho respeto. Me pregunto cómo hace 500 años lo hacían los marinos con esos barcos sin motor. No es de extrañar que estos estuarios del Garona, en otrora fueron punto de partida  y refugio de piratas y navegantes que aprendieron a navegar entre fuertes corrientes y a superar la desembocadura del Garona, sin zozobrar a esas olas de marea cerca de la costa .
 A juicio de muchos navegantes contemporáneos con los que he podido hablar, la desembocadura del Garona es una de las zonas más compleja para la navegación de veleros y embarcaciones pequeñas, ya  en el Garona las corrientes son muy fuertes y el río está lleno de bajos.

Cuando pasas de asegurar el barco con doble amarra a las manobra de las esclusas, estas se convierten casi en un placer  rutinario y repetitivito....Poca cosa en relación al vértigo del atraque con mareas en el río donde piensas que las amarras no aguantarán tanta fuerza.
 La primera esclusa es especial, pues entras en el canal y todo de repente te resulta más sencillo y bucólico. La esclusa 53 te da paso a otro tipo de navegación más tranquila y segura.  En el canal  realmente los únicos peligros es rayar el casco, pues todo esta organizado y pensado para embarcaciones con gente sin experiencia náutica.
 hay puertos económicos y caros a lo largo de todo el canal, pero incluso puedes dormir donde te coja la noche sin ningún problema, amarándote a un árbol o a una estaca,   pues en la noche no se puede navegar, no se abren esclusas. 

Hay un carril bici al lado del canal . Es muy recomendable llevar bicis y alternar trayectos de bici y barco. La bici es clave para ir al super, pues los pueblos y núcleos urbanos suelen estar lejos del canal.





Las algas para la élice y tantas horas de motor para un velero puede ser un problema, si el motor es viejo y no está habituado a tantas horas de funcionamiento. Saliendo de Castets se rompió un manguito del sistema de refrigeración y el impélier dijo basta, Conseguir un mecánico no fue nada fácil, no es económico.. El que encontramos arreglo el manguito y cambio el implelier, pero a partir de aquí la travesía por el canal hasta Adge ya en el mediterráneo, estuvo marcada por este incidente, pues el motor no dejo de dar problemas en el resto del trayecto.



Dejamos el velero en la Fontet, un puerto pequeño cerca a la Réole, donde el armador tomaría le relevo y continuaría con su familia llevando el Gatum por el canal del Midi
Allí conocimos s Sergi y Nathali, dos franceses que nos acompañaron y ayudaron  mucho. Nos brindaron su hospitalidad y nos colaboraron para poder solucionar los problemas de motor del velero.
llegar hasta la Fontet han sido dos semanas disfrutando del Francia con una experiencia náutica para Luka, Camila y yo mismo inigualable, nueva y recomendable



La última exclusa la hice ya en compañía de Juan el armador




sábado, 30 de abril de 2022

De la Bretaña Francesa a Villajoyosa España 1000Mn: De Roscoff a Port Medoc, Francia: Una travesía mayor de cerca de 300 Mn

Roscoff a Port Medoc,  Francia: Una travesía mayor de cerca de 300 Mn 


Este 2022 se cumplen 10 años del cruce atlántico con la Nao Cacao, una década desde esa maravillosa travesía que me ha traído a incursionar en traslados de veleros: Todo un desafío que más allá de  poner a prueba  tus habilidades marineras, te pone en contacto con armadores y  diferentes tipos de veleros que  tienes que ir descubriendo, durante el trayecto. 
El traslado de un velero de un puerto a otro no es una navegación  sólo de placer, es una navegación de mucha responsabilidad donde el armador confía en tus dotes marineros, ya sea como tripulante ya sea como patrón, para llegar a buen puerto lo antes posible y sin incidencias que  hagan del traslado un navegación imposible o con heridas para la embarcación. .Se han de poder conjugar muchas variables: Meteorología, disponer de tiempo, estado de la embarcación, planificación para muchas millas en el mar y ganas muchas ganas.

 En las largas y cansadas jornadas de un traslado siempre encuentras momentos

 donde te alegras de estar vivo y estar allí en ese mismo  instante, lo que llama la fenomenología el "aquí y el ahora", que te hace repetir  como una droga y te ves atrapado en la compulsión a la repetición esperando ser llamado ha enrolalarte en   otro traslado. Cada traslado es único, es diferente, te pone de cara con nuevos desafíos y te recuerda cansancios ya conocidos.....  

Cuando Juan se puso en contacto para acompañarle hacer el traslado de su Moddy 333 de Roscoff a Por Medoc, navegando por la Bretaña francesa que tanto me ha atraído y me impone respeto, no pude decir que no, si bien el aceptar  venir hizo de mí un cóctel de miedo, ganas, incertidumbre y alegría. Navegar por la Bretaña es diferente, es otra cosa para los que venimos y estamos habituados al mediterráneo.   


 
Navegar por la Bretaña son palabras mayores: Las corrientes, la mareas y sus coeficiente, Los faros, los bajos, la pleamar y la baja mar, la meteorología, las balizas de los canales a las entradas de los puertos,  la señalizaciones de desmarques o aguas navegables, el golfo de Vizcaya y su fama de mal genio, en fin, una serie de ingredientes que hacen de esta zona un lugar especial por su belleza y por sus peligros, por su historia y por lo que representa hoy en día para la náutica, en tanto cuna de grandes navegantes y punto de salida y llegada de las regatas oceánicas   más prestigiosas. 


Juan, el armador, es un un hombre de mar, es un marino forjado en la marina mercante, un caballero en el mar y en la tierra que quiere remodelar su velero comparado en Inglaterra y disfrutar de singladuras tranquilas y en familia en el mediterráneo.       Su conocimiento de las mareas y de su barco, la planificación de la travesía y su buen estar a bordo fueron claves para poder hacer el traslado en 4 días. Un verdadero trabajo en equipo que nos permitió sortear cada uno de los pasos más complicados de esta travesía
De Roskoff salimos con la marea alta dejando la isla de Bazt por babor. Si bien se puede cruzar por canal con marea alta, preferimos no arriesgar en está primera  jornada. Poco viento, solo con la mayor y el motor a buscando una media de 5 nudos.  Una vez pasada la isla, tuvimos un corriente en contra que nos tuvo cerca de 3  horas navegando a 2 nudos de velocidad. Cuesta mucho no poderte ayudar con la vela y ver que pasan las horas y apenas avanzas.
Sobre las 7 de la tarde,  recalamos en  L'aber Wrach , un puerto en el interior como de una especie de riada que desemboca en el mar. Entramos con la marea alta y con luz aún de día La enfilación del faro es una buena referencia, pero ha medida que te acercas a tierra  hay que ir muy atento con la señalización al canal y los bajos. Ya en puerto pudimos cenar en tierra y visitar los alrededores del puerto. No dejaba de sorprenderme el ver muchos barcos con marea baja casi tocando el suelo o directamente apoyados en el suelo. 
Zarpamos nuevamente sobre las 5 de la mañana, y continuamos nuestra navegación. Nos despertó los motores de dos pesqueros que salían a faenar sobre las 4:00am
La isla de Quessant, la dejamos por estribor siguiendo la señalización del Navionics por un canal navegable. La ayuda de material electrónico y programas como el Navionics es fundamental para poder navegar si no conoces la zona por donde está navegando. Los derroteros en papel hay que tenerlos abordo, pero  con la información que te da el Navionics en una travesía ya no pueden competir. Las cartas de papel son importantes y hay que conocerlas, pero creo que hoy por hoy es indispensable y seguro ayudarse de programas para navegar con tables o  móviles. La náutica tiene mucho de antaño, de clásico, es casi poético un astrolabio  abordo, una estantería en la meza de cartas llena de cartas y derroteros, pero la era digital a llegado y aplicaciones como las nombrada más arriba son verdaderas linternas en la oscuridad...
Una vez dejamos la isla de Quessant por la aleta de estribor y el canal de Brest por babor,  los rumbos son de sures y empezamos a bajar en latitud.
El viento durante la mañana en diferentes momentos nos daba ángulo para ayudarnos con el Génova y sobre el medio día nos permitió navegar un par de horas solo a vela haciendo una buena media y en derrota de destino: la Isla d' Yeu.

Antes tendríamos que pasar por el Raz Sein, donde las corrientes apenas te dejan avanzar  y un par de faros y un islote con una casa en medio del mar te entretienen mucho la vista y te hacen preguntar  el cómo hicieron para construir esos faros en medio del mar..? Es un zona donde el viento nos ayudo para poder pasar a vela, pues a motor a penas avanzábamos. Fueron un par de horas a vela, donde calculamos muy bien las viradas manteniéndonos a una distancia prudente  de los faros. A pesar de que el Gatum  (Nombre del velero) no es un gran ceñidor por sus características, es un velero que navega bien con vientos de cara. Los vientos de través y los vientos portantes son donde el velero da mejores prestaciones.

La noche muy fría y con Juan hicimos guardia de dos horas cada uno. Si hay algo  que no he podido aprender es utilizar ropa náutica acorde a las zonas y condiciones en que estoy navegando. Como en otras ocasiones mi ropa de abrigo era más apta para navegar por internet, que para pasar una noche húmeda y fría en el golfo de Vizcaya. en el mes de abril. Los caldos y las bebidas calientes en las noches tan frías te hacen volver el alma al cuerpo y Juan en esto era muy oportuno para mantener la moral alta. 



El el día de nuestra tercera jornada de navegación nos regalo algo de brisa y sol.  Pudimos  hacer navegación a vela y como casi siempre la vela y las horas en el mar  instauran silencios a bordo y momentos de introspección que definiría como: " Los momentos del punto fijo". Son esos ratos que tu mirada se pierde en el horizonte y el tiempo se congela...Allí tu imaginación también suelta amarras o simplemente experimentas el que vivir es respirar



Entramos en la Isla de D'yeu justo al finalizar la marea alta, al atardecer. Nos llamo la atención no habernos cruzado con casi con ninguna embarcación, mas sin embargo en la bocana  del puerto, minutos antes de empezar la baja mar, nos encontramos   haciendo fila con otras dos embarcaciones. Las mareas por estas latitudes llegan con mucha puntualidad y esto la saben los marinos de estas aguas para entrar y salir en puerto. Sus travesías las calculan en función de la pleamar y la bajamar.


Ya en la isla mucho ambiente nocturno, pero después de las 9. 00 Pm ningún restaurante te sirve nada de comer. Este aspecto nos llamo la atención, pues lo lógico sería que con la última pleamar del día que entran los últimos barcos a puerto, pudiesen cenar en algún restaurante. Solo hay una maquina donde venden pizzas para llevar.
las mareas cada 6 horas cambian y esto marca los ritmos del mar, de los marinos, de la vida en el puerto.
Dormir amarrado en puerto después de una jornada de navegación es un de los placeres que más me atrapa de navegar: el velero te arrulla y los ruidos y preocupaciones de estar en mar abierto o las guardias de cada dos horas dan paso a una ducha de agua caliente en puerto y un meterte en tu camarote, ya sin frio, a descansar profundamente. Para mi es un de los momentos y de los sueños que mejor sueño.....



En los dos puertos que recalamos, también señalar que no hay marinero y a partir de las 20:00pm, ya nadie te contesta a la radio. Suelen haber amarres de transito gratuitos  y tienes acceso a las duchas y lavabos. 


A la mañana siguiente  zarpamos cerca de las 10 de la mañana, para afrontar nuestras últimas 80 Mn hasta el destino final: Le verdon Sur Mer 




En la ultima jornada, ya sueles estar muy amarinado al ritmo de la travesía que estas haciendo, tienes las referencias de las medias que hace la embarcación, de sus consumos.. Ya le conoces las maniobras y sus peculiaridades, pues si bien todos los veleros se rigen por los mismos principios, cada uno tiene lo suyo, sus trucos, su manera de navegar. 

Sabíamos que el "Gatum", con 15 nudos de viento podría navegar a 5/6 nudos de velocidad, mucho más rápido que yendo a motor. a 1500 revoluciones. En diferentes momentos de los anteriores tres días, el barco nos enseño lo marinero y estable que es. Es un velero que arranca con relativamente poco viento y cuando entra en inercia de  crucero hace buenas medias.  No es un velero que escore demasiado, debido a sus dos orzas semicorridas que lo hacen muy estable y en caso de una bajamar quedaría apoyado en el suelo.




La entrada al canal del Garona,  como en algunos  puertos más de la Bretaña hay que entrar con la pleamar (+1 ) .  Las mareas tienen un coeficiente de 0 a 120. Si el coeficiente esta cerca del 120, significa que entrara más agua de la que sale y por  la poco profundidad de algunas zonas se generan olas rompientes. Nosotros entramos con un coeficiente de 102 y entramos justo con la pleamar. Como consecuencia las olas nos pegaron un buen meneo. Es conveniente entrar una hora después de que se haya instaurada la pleamar y de esta manera evitas las olas que nos empaparon de pies a cabeza y estropearon nuestros móviles.  Quedaban unas 10 millas para llegar a puerto y se hicieron largas tiritando de frio. Un barco respondón, estable y marinero, un buen motor, el material de seguridad y las velas  izadas o listas para ser izadas es importante para salir de apuros.  El Gatum nos enseño que es un barcazo y que con un poco de tranquilidad y hacer marinero se deja gobernar y nos puede sacar, como nos saco, de un apuro. Así nos despedimos del golfo de Vizcaya. Mojados de arriba a bajo y sin poder hacer fotos del final de nuestro traslado. 
Con juan en estos 4 días fueron más que un traslado, fue un encuentro muy técnico y  precioso donde cada uno de nosotros nos hemos hecho más marineros. 
El Gatum ahora enfrentará las aromas del sur de Francia por el  canal de Garona y del Midi hasta Sete. Dejará atrás el atlántico y llegará al mediterráneo, pero está será otra historia..