domingo, 12 de febrero de 2023

De la Bretaña Francesa a Villajoyosa, 1000Mn: Del Atlántico al Mediterráneo. El Canal de Garona

Del atlántico al mediterráneo se puede hacer por el  el canal de Garona y el canal del Mide.
Son en total más de 433 Km  entre costa y costa y  116 exclusas  entre ambos canales. Toulouse marca el final del canal del Garona y el principio del canal del Midi. 



Es una red de canalales construida en el siglo XII, para unir ambas costas francesas y así evitar la larga y peligrosa ruta del estrecho Gibraltar, toda una aventura para los barcos de la época. 



A día  de hoy el canal es una atractiva atracción turística, para hacer singladuras en familia. .
Destacaría  de ambos canales la importancia de no calar más de 1,20 y navegar por el medio del canal, pues si bien  las indicaciones de uso del canal ponen 1,50 metros, en muchos lugares es muy fácil quedar embarrancado.
Por otro lado las aguas del canal no son transparentes y vienen muy cargadas  algas que hacen que constantemente estés pendiente de la hélice, pues se ralentiza el motor. La solución es dar  marcha atrás y de tanto en tanto revisar grifo de fondo,  Son aguas perfectas para embarcaciones de rio, que son planas en su obra viva, pero para los veleros no es tarea fácil, así calen poco.
Señalar que antes de afrontar la primera exclusa del canal del Garona en la localidad de  Castets-en Dorthe a unos 60Km de Bordeux, hay que remontar el rio Garona y esto no es una tarea sencilla para los navegantes que no estamos acostumbrados a la navegación fluvial con mareas. Esta singladura se puede hacer en tres jornadas, zarpando con la pleamar  en cada jornada y entrar en puerto antes de que se instaure la bajamar.
Nuestro velero navegaba a motor a unos 5 nudos  llevándolo a unas 1200 revoluciones,   pero las corrientes del rio Garona podían llegar a 6 o 7 nudos, haciendo muy complicada la navegación. El atlántico entra por el rio Garona casi 100 km tierra adentro manteniendo los efectos de las mareas. Esto nos da una idea de la fuerza de las corrientes. 


En este sentido hay que planear muy bien las los trayectos, que siempre han de iniciarse con la pleamar y  se tienen 7 horas para llegar al siguiente puerto, pues con la baja mar no puedes entrar en muchos puertos y la navegación nocturna con marea en contra es complicada si no tienes un buen motor Hay dos pleamares en una jornada de 24 horas. Imprescindible libro de mareas, y preguntar a lugareños
.
Zarpamos de Port Médoc  en le Verdon, con mi esposa Camila y mí hijo Luka de 6 años.
La idea era poder llegar a Paiullac que por distancia da tiempo de llegar con la pleamar. en la primera jornada
Algunos vecinos de otros veleros no nos recomendaban ese puerto, y nos aconsejaban fondear. Yo me sentía más seguro estando amarrado en  puerto que estar a expensas de un fondeo, que con esas mareas tan fuertes no me daban seguridad.
Pauillac, sin duda alguna es el puerto más complicado en el que he recalado en toda mí experiencia náutica.. Se generan unas corrientes muy fuertes en su bocana y en el canal central que te empujan al espigón de concreto y es mejor ir sobrado de motor, pues la entrada es muy justa y con poco margen de error. Si sumamos que la botavara sobre salía por la proa, pues el velero estaba desarbolado, hicieron de la entrada y la salida de este puerto una maniobra compleja y de muchos nervios. Allí un armador de otro velero nos oriento y nos dio las indicaciones para no terminar embarrancando o reventando el velero contra el espigón. 
En el puerto el velero descanso sobre las dos orzas. Su diseño es justo para este tipo de circustancias y poder atracar cuando desaparece el agua.. Afortunadamente el "Gatum", nombre de nuestro velero, es doble quilla y reposó sobre el fondo del lodo. Te da la sensación que el barco quedará enterrado. 
En general  hay pocos puertos en el rio Garona, y los que hay son bastantes limitados en comodidades y caros.
Algunos de ellos, como el puerto de Bégles, te amarran no dentro del puerto donde estas más protegido de las corrientes, sino en el exterior del puerto donde dormir es complejo por el ruido de la corriente sobre el casco y las colisiones de objetos contra el barco.. " Duermes vestido y con un ojo abierto"




Una de las cosas de navegar con la corriente a favor  y que me llamó la atención, es que te da la sensación que no estas gobernando la embarcación, sino que está esta a a merced solo de la corriente.. Había momentos que para corregir el rumbo y no salirnos de las balizas del canal del rio había que meter motor con bastante antelación, pues cuando te das cuenta estas encima de un obstáculo que quieres evitar.
 Hay que calcular con antelación el paso por le puente de piedra en Burdeos, donde se acelera el agua y te da la sensación de estar en un tobogán. Una ves cruzas el puente, ya no te cruzas ni te alcanzan  los grandes cargueros que suben y bajan por le rio...


Nuestra segunda jornada fue hasta Bègles, allí atracamos  antes de la última jornada hacia Castets, donde hay que pedir hora para que te habrán la exclusa. Esta solo la abren una ves al día y en pleamar. 
Las noches impone y cuesta dormir amarrado en el pantalán por efecto de la corriente. Hay que asegurar bien las amarras con doble cabo. pues el rio baja y sube con mucha fuerza.
 Por efectos de las tormentas de verano que tuvimos en esos días,  el rio venia muy cargado de troncos e incluso galones metálicos: algunos de ellos golpearon en la noche contra el Gatum. 

A medida que vas avanzando por le rio la navegación se hace más placentera y las corrientes no son tan fuertes. Te da la sensación de ir navegando no por tierras francesas, sino por aguas de alguna selva tropical. El paisaje es realmente precioso y relajante.

Sin lugar a dudas, el tramo más bonito del rio Garona para navegar tranquilo y con un paisaje fantástico es entre Bègles y Castets, que es la tercera jornada antes de entrar al canal. Zarpamos sobre las 6:00am  de Bégles, pasamos por Cadillac y sobre las 11:00am estábamos preparados para entrar en la esclusa.53 en Castets,  
Cuando llegas a la primera exclusa y entras al canal la sensación de tranquilidad y seguridad es grande. Las defensas y el estado de alerta baja y en mi caso puede dormir "de largo y en pijama". El rio Garona para navegantes de mar no es fácil. Tiene sus tiempos, sus bellezas, sus mareas, sus peligros, sus recovecos y te pide y exige mucho respeto. Me pregunto cómo hace 500 años lo hacían los marinos con esos barcos sin motor. No es de extrañar que estos estuarios del Garona, en otrora fueron punto de partida  y refugio de piratas y navegantes que aprendieron a navegar entre fuertes corrientes y a superar la desembocadura del Garona, sin zozobrar a esas olas de marea cerca de la costa .
 A juicio de muchos navegantes contemporáneos con los que he podido hablar, la desembocadura del Garona es una de las zonas más compleja para la navegación de veleros y embarcaciones pequeñas, ya  en el Garona las corrientes son muy fuertes y el río está lleno de bajos.

Cuando pasas de asegurar el barco con doble amarra a las manobra de las esclusas, estas se convierten casi en un placer  rutinario y repetitivito....Poca cosa en relación al vértigo del atraque con mareas en el río donde piensas que las amarras no aguantarán tanta fuerza.
 La primera esclusa es especial, pues entras en el canal y todo de repente te resulta más sencillo y bucólico. La esclusa 53 te da paso a otro tipo de navegación más tranquila y segura.  En el canal  realmente los únicos peligros es rayar el casco, pues todo esta organizado y pensado para embarcaciones con gente sin experiencia náutica.
 hay puertos económicos y caros a lo largo de todo el canal, pero incluso puedes dormir donde te coja la noche sin ningún problema, amarándote a un árbol o a una estaca,   pues en la noche no se puede navegar, no se abren esclusas. 

Hay un carril bici al lado del canal . Es muy recomendable llevar bicis y alternar trayectos de bici y barco. La bici es clave para ir al super, pues los pueblos y núcleos urbanos suelen estar lejos del canal.





Las algas para la élice y tantas horas de motor para un velero puede ser un problema, si el motor es viejo y no está habituado a tantas horas de funcionamiento. Saliendo de Castets se rompió un manguito del sistema de refrigeración y el impélier dijo basta, Conseguir un mecánico no fue nada fácil, no es económico.. El que encontramos arreglo el manguito y cambio el implelier, pero a partir de aquí la travesía por el canal hasta Adge ya en el mediterráneo, estuvo marcada por este incidente, pues el motor no dejo de dar problemas en el resto del trayecto.



Dejamos el velero en la Fontet, un puerto pequeño cerca a la Réole, donde el armador tomaría le relevo y continuaría con su familia llevando el Gatum por el canal del Midi
Allí conocimos s Sergi y Nathali, dos franceses que nos acompañaron y ayudaron  mucho. Nos brindaron su hospitalidad y nos colaboraron para poder solucionar los problemas de motor del velero.
llegar hasta la Fontet han sido dos semanas disfrutando del Francia con una experiencia náutica para Luka, Camila y yo mismo inigualable, nueva y recomendable



La última exclusa la hice ya en compañía de Juan el armador