martes, 14 de diciembre de 2010

El Nombre: "La Nao Cacao"

Las palabras nombran, crean realidades, fundan....."El Gaspar de Portolà"  lleva el sello de su constructor, de sus ideales, de su deseo...  De esta herencia que antecedió a la construción del velero, nos quedamos con el espíritu renacentista y constructor de quien hizo realidad la existencia de esta embarcación, de ahí que, a afectos legales, y sólo legales, se continuará llamando el "el Gaspar de Portolà".  Nuestro sueño de atravesar el Atlántico poco de legal tiene... responde más a un sueño, a un ideal loco y al deseo de provocar encuentros con eso que justamente no se deja domesticar y se resiste al símbolo, igual que la mar se resiste a la tecnología.  Nuestra travesía la queremos iluminar no desde el empuje renacentista del  inventor y constructor del barco, donde la exaltación de la razón, la lógica, la técnica es lo fundamental... Nuestra travesía la queremos orientar desde un nuevo nombre que nos represente y en el que nos reconozcamo: "LA NAO CACAO".

Nao es nave en castellano antiguo, nuestra lengua materna. Homofónicamente Nao  suena  a Nau,  nave en Catalán. En  el marco de este continente lingüístico se volvió  acto  la navegació para Ricardo, para Gabriel y para mí .


Ricardo Coral

Nao habla de Ricardo y su amor por la historia, por el pasado histórico donde él sabe buscar y encuentra las relaciones que en parte explican  muchos de nuestros males sociales contemporáneos.... Ricardo es un lector de la realidad que no se conforma, que no retrocede, es puro entusiasmo. Sus películas reflejan parte de su concepción de la vida, pero no tanto como una buena conversación con él donde las risas y los sueños siempre son telón de fondo



Mao Gutiérrez
Cacao me vincula con el amor... Si bien mis estudios de secundaria los realicé en la zona cafetera de Colombia, siempre me gustó más el chocolate y más aquel que  me servía mí madre (caliente y con queso) en las tardes después de haber estado "callejeando toda la tarde", en palabras de mi madre. Caíto fue el diminutivo de otra navegante de la palabra y el buen decir que ahora surca  la eternidad.

"La Nao Cacao" nombra algo de lo innombrable de nosotros mismos y habla de esto.

Gabriel Maugeri
Gabriel es un expedicionario de las profundidades humanas  que tiene la virtud de acercarnos con sus canciones a esos territorios oscuros y opacos de nuestros amores y desamores, de lo trágico, de lo cómico, de lo absurdo, de la cotidianidad de la vida... Su música y su poética ilumina y bordea aquello que se resiste al símbolo y sólo se nos hace legible cuando nos lo traduce en forma de música. Él será quien cantará la travesía de ese volver a América.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Crónica de un rescate

Esta es la crónica de un rescate de un navegante. Tiene un blog que me gusta mucho. http://www.marcelgonzalez.blogspot.com/

 El relato lo he sacado de Internet de una Asociación de navegantes Argentinos:  http://www.asociaciondan.com.ar/web/index.php?option=com_content&task=view&id=189&Itemid=1


por Marcelo González - Delegado en Canarias

Utilizo el titulo del libro de García Márquez "Relato de un Náufrago", paro contarles mi relato, de la conmocionante experiencia por la que acabo de pasar. Si hace unos años colaboraba en el rescate del trimaran "Groupama" de Franck Cammas o también de los jóvenes regatistas de Minitransat que tuvieron problemas en cercanías de La Palma, hoy me tocó a mi ser el rescatado.

Desde el helicóptero ya todos en la balsa!!

Luego de una recalada en Porto Santo, isla Madeira, nos dirigíamos en un velero Bavaria 32 con otros dos amigos hacia el Estrecho de Gibraltar. La primera parte de la navegación desde Canarias había sido muy buena y la idea de recalar en Porto Santo era de reponer un poco de energías y verificar la meteorología para los cinco días siguientes que nos restaban para llegar a la zona del estrecho.

Me sentía feliz en ese momento, estaba realizando un lindo viaje, mientras uno de mis hijos disputaba el Campeonato de Canarias de Laser y el otro navegando en optimist, en fin... "una familia de navegantes", pensé con orgullo.

Para el primer día, el pronostico daba vientos del WSW intensidad 15-18 nudos y ALTURA DE OLA-4-5 MTS. Una situación meteorología ideal, es decir, viento favorable y altura de ola "soportable" para los que navegamos por esta zona.

Los días subsiguientes se mantenía del WSW y finalmente el viento rotaba un poco al Norte, 20 nudos. Seguía bueno. El viento nos llevaría sin problemas en rumbo directo hacia el estrecho...el viaje perfecto, pensamos todos...Pero algo iba a fallar en la previsión y en el medio del fallo, íbamos a estar nosotros en un pequeño barco de 30 pies.
A las 36 horas de haber partido, el viento que tenia que ser de 18 nudos era de 40nudos y las olas que tenían que ser de 4 metros, eran de 10. Fácil decirlo pero difícil vivirlo.

Por el atardecer del DIA previo al rescate, ya íbamos "aguantando" con dos manos de rizos y un pequeño paño en proa. Las olas, eran verdaderas montañas que en mis 35 años de experiencia en la vela, no había visto jamás. Ni siquiera en el Atlántico sur, ni en el Golfo de Vizcaya ni en ninguna de las miles de millas que tengo en mis espaldas.

Habíamos decidido bajar toda la vela mayor y mantener solo con un pequeño paño en proa, pero para no correr riesgos esperaríamos que amaneciera y así lo hicimos, la velocidad del barco había bajado y todo era mas controlable...
Pero momentos después una verdadera "ola asesina" nos dio de lleno. 5 segundos antes de la ola, el barco se paro en seco, como si chocáramos contra una pared e inmediatamente después, "la ola asesina" nos dio de lleno. Yo iba al timón, pues ya el piloto automático no podía responder a los embates de las olas y sentí como si Mike Tyson me diera un golpe en la espalda. El barco escoro hasta poner su mástil en la mar, inundando el interior. Fernando, el amigo que iba en la litera del salón "aguantando", salio fuera como si hubiese visto al mismísimo demonio cuando la ola inundo a la cabina.

En un segundo todo era un desastre, sin energía, el barco con agua en su interior en fin, no se cuanto más. Pensé que el fin había llegado. Una vez "controlados emocionalmente", llamamos por satelital a salvamento marítimo, informando de nuestra situación, para que estuviesen alertas.
Marcelo a bordo!!



La información que nos daban, no era alentadora, el viento comenzaría a arreciar en las próximas horas, y a medida que nos acercásemos a la costa, estábamos a 300 millas de la boca del estrecho de Gibraltar las olas no solo serian enormes sino que empezarían a romper, dado que la plataforma continental haría de catapulta de estas olas.

Jorge, el armador del barco tomo la decisión que nunca jamás en mi vida pensé que me iba a pasar:..........ABANDONAR UN BARCO EN ALTAMAR!!

Se activó la radiobaliza y no paso mas de un minuto en que recibimos la llamada al teléfono satelital consultándonos si deseábamos una evacuación o un rescate. "EVACUACION" le indicó a viva voz el armador. Entonces el operador nos informó

que saldría un avión que reconocería nuestra posición y trataría de ubicar los buques mercantes en la zona.

Una vez llegado el avión a nuestra zona, nos informaban que debíamos aprovechar una pequeña ventana de relativa calma, para el momento de rescate, pues mas tarde, el frente de tormenta se renovaría aun con mas fuerza y comenzaría a arreciar. Era ahora o nunca. Uno de los barcos que en principio respondió al pedido de rescate, un carguero de 170 metros de eslora, informaba un rato después que había tenido un corrimiento en su carga debido a la altura de las olas, que le era imposible asistirnos.

Solo quedaba una sola opción para salvar nuestras vidas: un helicóptero de la armada portuguesa con base en el aeropuerto de Faro (Portugal). Esto quedaba a dos horas de nuestra posición y -según nos informaban del avión que hacia de enlace, solo tendría 10 minutos para nuestro rescate, pues la posición era al limite de su autonomía de combustible.

En ese momento, yo pensaba si era una película que estaba viendo. Que no era yo el que estaba ahí, que me despertaría de esta pesadilla.
Luego de un tiempo de incertidumbre, el comandante del avión SASEMAR 130, nos indicaba que en 25 minutos, el helicóptero , el mas grande helicóptero de la armada Portuguesa estaría sobre nosotros y que para ese momento debíamos abandonar el barco y ESTAR ABORDO DE LA BALSA SALVAVIDAS y llevar la radiobaliza por si se cortaba la boza y quedábamos a merced del mar en la noche. Decir esto es fácil, pero vivirlo...

El primero en saltar a la balsa fue Fernando, luego yo y luego Jorge. Yo llevaba la radiobaliza, atada a mi arnés con el cabo que traen y en una maniobra que aun no entiendo como paso, este cabo quedó enredado en el guardamancebo del barco, haciendo tanta presión que me caería al mar.

"JORGE, CORTA-CORTA EL CABO POR FAVOR!!!!" le repetí a los gritos.

Jorge con la navaja que tenia preparada, logro cortarlo y yo pude mantenerme en la balsa. De haber caído al mar, no se que seria de mi.

Ver el velero desde la balsa es una imagen que jamás olvidare.

Para ese momento, el helicóptero estaba sobre nosotros. El ruido era infernal y el mar parecía que hervía con el viento provocado por las aspas. El primero en subir seria yo pues tenia un tremendo golpe en la espalda, luego Fernando y Jorge al final.
Cuando vi bajar al rescatador del helicóptero, es otra imagen que jamás olvidare, cayo al mar y nado hasta la balsa. Era impresionante ver como el helicóptero se mantenía en su posición con el viento que había! El rescatista subió a la balsa, y nos indico que debíamos hacer.

Me puse el arnés del cable que nos subiría abordo del helicóptero, cerré mis ojos, me encomendé a Dios y sentí como en primer momento nos sumergimos en el mar cuando paso justo una ola. No volví a abrir los ojos hasta que no estuve adentro del helicóptero. Y así hicieron con los demás.

Una vez a salvo, fueron dos horas de vuelo hasta la ciudad de Faro, al sur de Portugal donde nos esperaban dos ambulancias que nos llevarían hasta el hospital de faro, pues estábamos todos con hipotermia y con golpes en el cuerpo y conmocionados por la situación vivida. En el hospital había parte de las 500 personas que habían tenido que rescatar de sus casas de las costas de Portugal, según daba la información los medios.

 
Rescatados....todo OK!!!

Estaré agradecido para toda mi vida, de los Pilotos y rescatistas del helicóptero de la armada Portuguesa (no se sus nombres), a los médicos y asistencia social del Hospital de faro y a Salvamento Marítimo de España por la coordinación del SAR y en especial a la comandante del avión SASEMAR 130, que nos contuvo en los momentos de extrema tensión.
Un abrazo para todos!!!

Marcelo R. González

lunes, 6 de diciembre de 2010

Varias de "La Nao Cacao"



Fots del verano del 2010 y algunas más...

viernes, 19 de noviembre de 2010

Ya esta decidido..Tenemos el océano y el velero

 Ya tenemos La Nao Cacao" Nombre íntimo del Gaspar de Portolá...nuestro bonito velero de contrachapado marino de 30 pies con el cual pensamos realizar nuestro sueño del Atlántico...
Seremos tres los tripulantes que nos embarcaremos en estas 7200 millas náuticas que separan Barcelona (España) de Santa Marta (Colombia).Ricardo Coral y Gabriel Maugeri serán los otros dos odiseos. Un psicólogo, un cineasta y un cantautor, dejaremos a un lado nuestros oficios, y por tres meses seremos marinos. Estamos en la busqueda de la finaciación para solventar gastos..... una verdadera tormenta! Pero no hay que retroceder..! si todo sale bien soltaremos amarras en octubre del 2011. Algunas fotos da "La Nao Cacao"  con ánodo nuevo..






Orza de 1,20 metros

Sus dos palas de timon






Su obra viva
 .
Ánodo nuevo

viernes, 9 de abril de 2010

Regata Premia/Masnuo

Regatas de invierno con la flota del Masnou, en compañía de Hector, Eduard y Ximena

martes, 2 de marzo de 2010

Regatas de domingo

Llegamos siempre los últimos, pero disfrutamos los que más...!

miércoles, 24 de febrero de 2010

Valencia- Benicarló-Valencia

Fueron casi 100 millas náuticas el fin de semana del 5 de febrero del 2010 , trasladando el  "Indalo" , Beneteau de 28 pies,    de Benicarló a Valencia y el "Señor gato" ,un diomo 23, de Valencia a Benicarló . En compañía de  Gabriel, jordi y Albert  dos megas crasks de los mares...patrones con mucho oficio



Zarpamos con Gabriel a las 5 de la tarde del vienes 5 de febrero,  despues de llegar a Valencia sin los billetes de tren que olvidamos en Barcelona. Avanzamos con buen ritmo, 4/5 nudos con una brisita de poniente que a media noche  ya había desaparecido, pero nos acerco hasta  la bocana de puerto de Castellon. Todo un laberinto de señales, obstaculos  y policía portuaria que nos obligo a amarrarnos en el club náutico....Un puerto con un olor  a gas horrible y que nos puso los  sentidos en estado de alerta para descifrar el canal del entrada.

A la mañana siguiente, zarpamos después de un reconfortante café con leche y algo de retrazo, del horario establecido para poder llegar a media tarde a Vinaroz y encontrarnos con Jordi y Albert que estarían esperándonos con el "Indalo".

Hasta medio día la navegación fue muy agradable, navegábamos a buen ritmo con motor y en algunos momentos a vela, pero poco a poco el viento empezo  subir conciderablemete. Soplaba de NW. Decimos apagar motor y navegar a vela, pues hacíamos una buena media 4/5 nudos. En algunos momentos vinieron rachas muy fuertes, que hacía difícil gobernar el "señor gato",   ibamos pasados de trapo, por otro lado la mayor  tenía algunos desperfectos y por seguridad decidimos continuar sólo con el genova, y el motor.... Al cabo de una hora y con un NW bastante racheado, se nos apago el motor..."combustible". Si bien teníamos 20 litros de combustible en un bidón que vaciamos en el tanque del motor, este no quiso encender más...le había entrado aire al circuito y había que purgarlo. Ya en otra ocasión me había pasado
 algo similar y Jordi me había explicado los pasos que tenía que hacer, pero en esta ocasión y a pesar de sus indicaciones telefónicas, fui incapaz de encender el motor...Decidimos continuar sólo con el genova y respirando hondo, pues me entro un mareo con el olor a combustible y el movimiento de la embarcación que parecia una coctelera.

El viento no cesaba, continuamos con el genova y una millas más adelante,la cruceta de estribor cayo por cubierta....Quedamos al pairo a la espera  de remolque, que nos dio de Jordi y Albert,  después de unos malentendidos  en los waypoitn. Se acercaron ya entrada la noche a vela, pues la reserva de combustible estaba en las últimas en el "indalo" . Una maniobra impresionante y rapida. Por sotavento nos dieron un cabo, lo hicimos firme y para puerto...La entrada a la bocana y el remolque fue a vela. Maniobra que realizaron con mucha suficiencia, tranquilidad y seguridad... con Gabriel flipamos, miramos y tomamos nota por si hay una próxima.

Ya en Benicarló cenamos muy a gusto, Jordi y Albert nos hicieron un par de bromas y nos embarcamos de regreso a Valencia con el "Indalo". Nada más salir Albert rizo la mayor en el puerto y una ves dejamos la bocana en la popa, fijo el rumbo y empezamos a hacer millas con unas rachas impresionantes que hacían inviable ir con piloto, y nos hacia llevar la caña a mano debido a las rachas tan fuertes, Albert rizo por completo la mayor, hicimos turnos y con los trajes de agua hicimos las guardias....Navegamos desde las 12 de la noche hasta las 11 de la mañana del domingo que entramos en Valencia.. Cansados, maravillados y sorprendidos de Albert y lo fácil que hace una navegación en condiciones que seguramente  Gabriel y yo solos no hubiésemos realizado. Es un patrón con mucho oficio y años de experiencia que probablemte tiene más dificultades  para resolver problemas en tierra que en el mar...
El domingo a la tarde regresamos en coche a Benicarló, ya con la luz del día Albert y Jordi pusieron en marcha el motor y evaluaron los arreglos que  hay que realizar al "señor gato" para trarlo a Barcelona. A las 8 de la tarde ya estaba en mi casa estenuado y feliz...

Fue un intensivo de esos que no dan en las esculas náuticas. Un verdadero gusto aprender de jordi y Albert, dos patrones en mayúscula y la buena compañía de mi amigo  y buen triulante Gabriel